Una inmensa bandera se hizo al cielo, se escucharon las notas del Himno de Bayamo; 80 jóvenes recibieron el carné de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC); y un mensaje de paz y solidaridad mundial lo inundó todo.

Por: RudensTembrásArcia

La Habana.- AUNQUE la lluvia se empeñó en aguar la fiesta, el Festival Deportivo Recreativo por los 500 años de la capital, y en saludo al Día de la Cultura Física y el Deporte, encontró hoy la manera de hacerse realidad.

Tras el chaparrón del sábado en la tarde-noche, y el caído al amanecer en áreas de la Ciudad Deportiva habanera, muchos pensaron que debía desistirse, pero un rato de calma permitió habilitar la fiesta y ofrecerla a cientos de niños, jóvenes y adultos.

Poco antes del acto inaugural oficial, retrasado hasta las 11:00 a. m., comenzaron las acciones en las áreas de boxeo, tenis, pentatlón, baloncesto, pesas, voleibol y otras.

La idea fue aprovechar cada rayo de sol para que el deporte volviera a imponerse a las adversidades, y permitiera celebrar no solo por La Habana 500 y el 19 de noviembre, sino también por la reciente victoria en la ONU contra el Bloqueo Económico, Comercial y Financiero que nos impone el gobierno de Estados Unidos.

Cuando el Festival daba sus primeros pasos, con la música cubana y la gastronomía como suplementos necesarios, llegó el momento del necesario protocolo.

Una inmensa bandera se hizo al cielo, se escucharon las notas del Himno de Bayamo; 80 jóvenes recibieron el carné de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC); y un mensaje de paz y solidaridad mundial lo inundó todo. Volaron cientos de palomas.

Entonces, las demostraciones deportivas y de la cultura física arreciaron, con destaque para las artes marciales, el vuelo de cometas y papalotes, el patinaje y otras.

Daniel Baz, funcionario del Comité Central del Partido; y Osvaldo VentoMontiller, presidente del Inder, presidieron las actividades, a las cuales asistieron también glorias del deporte, atletas en activo de diversas categorías, practicantes sistemáticos y pueblo en general.

El Festival permitió apreciar, a pesar del “diluvio”, los avances en la reparación de las áreas exteriores de la Ciudad Deportiva, proceso que continuará hasta completar todas las acciones previstas.